El cambio de paradigma en el que nos vemos envueltos constantemente nos hace replantearnos muchas premisas preestablecidas sobre lo que se debe trabajar o no en una empresa para seguir compitiendo en el mercado.
En el anterior artículo hablábamos del reskilling y del upskilling como dos nuevas variantes de formación laboral, indiscutiblemente necesarias para favorecer cualquier cambio en la empresa.
Sin embargo, en el post de hoy queremos ir un paso más allá y hablar de las soft skills como mejor recurso para lograr esto.
Pero antes de profundizar más en el tema. ¿Sabes qué son las soft skills o a qué hacen referencia?
Qué son las soft skills
Las soft skills o las habilidades blandas (como también se las conoce) son todas aquellas cualidades personales estrechamente relacionadas con la parte más emocional y personal de nuestro ser. Y sí, todos contamos con este tipo de aptitudes que forman parte de nuestra personalidad, aunque unas las tenemos más desarrolladas que otras.
En el contexto actual, donde nos encontramos ante escenarios inciertos, cambiantes y poco seguros, nos hemos dado cuenta que, cada vez más, en los procesos de selección de talento por parte de las organizaciones se valora en mejor medida a las personas que tienen ciertas soft skills desarrolladas.
De hecho, los equipos de recursos humanos son quienes se encargan de valorar estas habilidades sociales para determinar si ese perfil puede adaptarse fácilmente (o no) a la metodología de trabajo de la empresa, así como a su cultura o al resto del equipo.
De ahí la importancia del aprendizaje continuo, el reciclaje y las ganas de mejorar día a día. Esto será clave para formar parte del mercado laboral (a título individual) y liderar el cambio mediante la innovación constante en la cultura de la organización (a nivel general de empresa).
Soft skills vs. hard skills
¿Alguna vez has oído hablar de las hard skills? ¿Crees que son más importantes que las soft skills en el mercado laboral?
Aunque puede parecer lo contrario, las hard skills (también conocidas como habilidades técnicas) han perdido parte de su importancia a la hora de captar talento dentro de las organizaciones, siendo sustituidas por las habilidades blandas. Y las razones son varias, aunque si tuviésemos que destacar alguna en especial sería su incapacidad de transferirse o adaptarse a cualquier puesto de trabajo.
Pongamos de ejemplo el perfil de un diseñador. Sus habilidades técnicas se basan en el conocimiento, manejo y control de diferentes herramientas para poder desarrollar sus tareas diarias. Por otro lado, algunas de sus habilidades blandas son: la creatividad, el trabajo en equipo y una escucha activa.
¿Cuáles crees, de estas skills, que se mantendrán independientemente del tipo de trabajo que realice? Las segundas, por supuesto.
Y es que, además de ser dinámicas y transferibles (beneficiando la adaptabilidad al empleado en cuestión), son insustituibles, nos identifican y diferencian, favorecen el desarrollo profesional y mejoran el valor de la marca a la que representan.
Por eso, se podría decir que el diseñador puede ser el mejor en su campo, pero sin unas soft skills trabajadas, está limitando su crecimiento profesional y personal.
Algunas de las soft skills más demandadas por las organizaciones
- Trabajo en equipo.
- Responsabilidad.
- Autonomía.
- Motivación.
- Escucha activa.
- Comunicación interna fluida.
- Pensamiento analítico.
- Proactividad.
- Tener iniciativa.
- Flexibilidad.
- Ganas de seguir mejorando y aprendiendo.
- Actitud positiva y resolutiva ante posibles conflictos.
- Creatividad.
¿Y tú? ¿Crees que las soft skills son más importantes que las hard skills en el mundo laboral actual? ¿Cómo crees que deben reaccionar las organizaciones en entornos BANI para resistir a estos procesos acelerados de cambios?