El actual entorno digital está revolucionando la cultura de las organizaciones con nuevos estilos de liderazgo, diversidad generacional y una revisión de su compromiso y propósito corporativos hacia una visión más cercana y humana. O, dicho de otra manera, el contexto de digitalización está impulsando un proceso de humanización en las compañías.
Las empresas que quieran tener éxito en los próximos años para atraer y enamorar al talento deberán poner el foco en un nuevo modelo de gestión más humano, que dé voz a los empleados como principales influencers de la marca.
La verdad que hay detrás de está afirmación es evidente: las personas más exigentes con nuestra marca son nuestros trabajadores. No estamos descubriendo nada nuevo: las recomendaciones de las personas que trabajan con nosotros siempre serán más creíbles y valoradas que cualquier mensaje que provenga de la empresa.
Ahora bien, ¿cuáles son los factores clave que necesitan promover las empresas para que sus trabajadores se conviertan en influencers digitales de la marca empleadora? Por un lado, la transparencia que supone cultivar una cultura basada en la confianza y libertad hacia los empleados y, por el otro la capacitación, es decir, dotar a los trabajadores de las herramientas, espacios, conversaciones y directrices necesarias para que se sientan que son influencers.
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